Emergencias Neonatològicas
DIPLOMADO/
ESPECIALIDAD
AEROMEDICINA
Y CUIDADOS CRÌTICOS
5TA VERSIÒN
TEMA : EMERGENCIAS NEONATALES
Alumno : Dr.
Edin Maldonado Cubas
Profesor Titular : Jaime Charfen
EMERGENCIAS NEONATOLÒGICAS
INTRODUCCIÓN
Las emergencias médicas
neonatales, pueden darse desde el momento del nacimiento pudiendo poner en
compromiso su vida, La Academia Americana de Pediatría considera las siguientes
situaciones como emergencias neonatales:
- Asfixia – reanimación
- Prematurez extrema
- Malformaciones congénitas
- Urgencias neuroquirúrgicas
- Recién nacido cianótico
- Anemia aguda
- Traumatismos del parto.
Siendo estas las principales,
entre otras menos comunes.
DESARROLLO
Se puede denominar neonato o recién nacido, al bebé de cuatro semanas o
menos. Un bebé se considera recién nacido hasta que cumple un mes de vida. Un
neonato es un bebé que tiene 27 días o menos desde su nacimiento, bien sea por
parto o por cesárea. El término se ajusta a los nacidos pasados los 9 meses del
embarazo. Ser recien nacido dura hasta los 30 días de vida.
Entre las 20 y 28 semanas de gestación se considera que los bebés recién
bacidos son inmaduros, entre las 28 y las 37 semanas se consideran que
los bebés son prematuros, se considera como embarazo a término a los bebés
nacidos entre las semanas 37 y 42 de gestación, a los que tienen más de 42
semanas se les considera postmaduros. Según el grupo de edad de gestación,
caben tres posibilidades: si están entre el percentil 10 y 90 deben tener un
peso, talla y PC adecuados; si quedan por encima del percentil 90 tienen mayor
longitud para su edad y si están por abajo del percentil 10 son de corta
longitud para su edad.
Clasificación según edad gestacional del recién nacido
Características físicas y neurológicas nos permiten valorar con precisión
la edad gestacional ya que el recién nacido estará clasificado entre las
siguientes categorías:
Recién nacido inmaduro: de las 21 semanas a 27 semanas de gestación.
Recién nacido prematuro: de las 28 semanas a 37 semanas de gestación.
Recién nacido a término: de las 37 semanas a 41 semanas de gestación.
Recién nacido postérmino: de las 42 semanas o más de gestación.
Recién nacido prematuro: de las 28 semanas a 37 semanas de gestación.
Recién nacido a término: de las 37 semanas a 41 semanas de gestación.
Recién nacido postérmino: de las 42 semanas o más de gestación.
En la primera parte de
esta presentación se revisó el tema de asfixia-reanimación; a continuación se
abordará los otros temas.
1. Prematuro extremo.
Prematuro, Se debe
definir entre prematuros de bajo peso, prematuros de muy bajo peso y prematuros
extremos. Hoy en día se clasifican en:
·
Prematuros de menos de 2500 gramos: en
1978 eran 8% de los RN vivos; hoy son 5%
·
Prematuros de peso menor de 1500 gramos:
son 1,2% de los RN vivos, pero concentran 30% de la mortalidad infantil
·
Prematuros con peso inferior a los 1000
gramos: son 0,3% de los RN vivos y conforman el grupo de los prematuros
extremos.
Según peso al nacer
(PN) y edad gestacional (EG), los RN se clasifican en:
- Pequeño para la Edad Gestacional (PEG): PN menor
del p10 para la EG
- Adecuado para la Edad Gestacional (AEG): PN entre
p10 y p90 para la EG
- Grande para la Edad Gestacional (GEG): PN mayor
del p90 para la EG.
Más que el peso al
nacer, lo que importa es la edad gestacional: no es lo mismo un recién nacido
de 29 semanas que pesa 1.300 gramos que un niño de 23 semanas que tiene ese
mismo peso, tanto en pronóstico como en evolución, aunque en la actualidad se
ha avanzado mucho. Hoy la sobrevida de los niños que pesan entre 1250 y 1500 g
es de 90%; de los que pesan entre 1000 y 1250 g; 80%; de los que pesan menos de
1000 g, 50% y de los que pesan menos de 750 g, 15%. Los que nacen con menos de
24 semanas de edad gestacional o menos de 700 g tienen resultados muy pobres.
Hay quienes piensan que se debe poner un límite para decidir a cuáles niños
reanimar y a cuáles no, pero es un tema ético y el Ministerio de Salud no va a
determinar una ley que explicite quiénes deben vivir y quiénes no.
El prematuro extremo concentra todas las patologías; mientras más grande es la ficha del niño, más grave ha sido su evolución. Entre las patologías más frecuentes se encuentran las siguientes: asfixia, no es igual ventilar a un niño de 700 g de peso que a uno de término, en especial en lo que se refiere a intubación y lesiones asociadas; termorregulación; desequilibrio hidroelectrolítico; síndrome de distrés respiratorio agudo (SDA); ductus arterioso persistente; hiperbilirrubinemia; hemorragia intracraneana; enterocolitis necrotizante; apneas; alteraciones metabólicas; inmadurez renal; infecciones; desnutrición; anemia; osteopenia; retinopatía del prematuro; displasia; hipoacusia y otras.
2.
Malformaciones
cardiacas: Están dentro de las malformaciones congénitas
quirúrgicas más frecuentes. En este aspecto el diagnóstico prenatal ha
experimentado un gran avance, pero sólo permite diagnosticar las cardiopatías
congénitas más graves, como la hipoplasia de corazón izquierdo, cuyo resultado,
desde el punto de vista de sobrevida y calidad de vida, es complejo; el
diagnóstico prenatal de esta cardiopatía otorga más probabilidades de que ese
niño salga adelante.
3.
Malformaciones
gastrointestinales y pulmonares: También
son relativamente frecuentes. Entre ellas está la gastrosquisis, que es un
defecto de la pared abdominal en que las vísceras están expuestas, debido a un
defecto paralelo al cordón umbilical, lo que lo diferencia del onfalocele; es
una situación muy grave. Si el niño nace con gastrosquisis, por vía vaginal, se
debe trasladar en forma inmediata, en las mejores condiciones posibles, sin
colocar apósitos sino una bolsa de polietileno; en la actualidad se opera a
estos niños en una sola etapa y tienen buena sobrevida. Es importante saber que
la gastrosquisis no es lo mismo que la hernia umbilical o el onfalocele: en
éste las vísceras no están afuera, están cubiertas y por lo tanto no es urgente
la cirugía. En la atresia esofágica se debe tener mucho cuidado,
especialmente durante el traslado, de ubicar al niño en una posición en que no
aspire secreciones; la atresia puede ser con o sin fístula y esta última se
puede reconocer al observar aire en el intestino.
4.
Enterocolitis
necrotizantes: Es una complicación que
se presenta después de 24 a 48 horas: los niños pequeños para la edad
gestacional que presentan esta alteración son de riesgo. La hernia
diafragmática afecta a intestino y pulmón. el diagnóstico prenatal mejora
considerablemente si se realiza el diagnóstico prenatal; sin éste, el niño nace
asfixiado y con la asistencia ventilatoria sólo se consigue introducir aire al
intestino y comprimir aún más el pulmón. Finalmente, la malformación
adenomatoídea quística del pulmón se caracteriza porque el niño no ventila
debido a la gran malformación pulmonar.
5.
Malformaciones
congénitas incompatibles con la vida: Como las
malformaciones del polo caudal, las trisomías 13 y 18, que muchas veces causan
aborto o dan niños de muy bajo peso, en quienes la sobrevida y la calidad de
vida son muy malas. Los niños con trisomía 18 finalmente siempre fallecen.
6.
Urgencias
neuroquirúrgicas: Los defectos del tubo
neural también deben considerarse emergencias; es indispensable el diagnóstico
prenatal de estos defectos, ya que permite disminuir notablemente las
urgencias. Estos defectos se presentaban en 1,56 por cada 1000 recién nacidos
vivos antes de la suplementación del pan con ácido fólico; dicha cifra
disminuyó a 0,8 - 0,9 por cada 1000 recién nacidos vivos después de que se hizo
la suplementación. Los defectos del tubo neural son cada día menos frecuentes; es
importante el diagnóstico prenatal, el tipo de parto y el manejo post parto. Se
debe cubrir el defecto utilizando un apósito húmedo con suero fisiológico; si
en la disrafia la membrana está rota, se debe trasladar al recién nacido en
decúbito ventral sin pañales. Hay que tener presente que siempre se debe tener
mucho cuidado con todo lo que se encuentre en la línea media del recién nacido,
porque puede ser desde un papiloma hasta un encefalocele
7.
Convulsiones
neonatales: Constituyen emergencia y
rara vez se presentan antes de las 24 a 48 horas de vida. Se suele relacionar
las convulsiones con asfixia, pero también se debe pensar en alteraciones
metabólicas, hemorragia intracraneal, infecciones, malformaciones del sistema
nervioso central, síndrome de supresión de drogas y toxicidad por anestésicos
locales; por último, hay convulsiones idiopáticas y en general esos niños, que
son los menos, van a presentar epilepsia. Una convulsión en un recién nacido es
grave. No se deben confundir las convulsiones con las mioclonías del sueño ni
con las actividades del sueño en la fase REM, en especial en los prematuros;
tampoco con apneas, temblores o clonus, los que se diferencian de las
convulsiones porque ceden frente al estímulo: por ejemplo, al tomar las
extremidades del niño los movimientos se detienen rápidamente cuando no
corresponden a una convulsión; además, no se acompañan de fenómenos oculares ni
autonómicos.
8.
Recién
nacido cianótico y anemia aguda: La
cianosis puede tener diversas causas y se divide en cianosis central y
periférica: la cianosis periféricapuede ser consecuencia de hipoglicemia,
hipotermia, policitemia, vasoespasmo o shock; la cianosis central puede ser
causada por alteraciones cardiacas, pulmonares, del sistema nervioso central o
hematológicas. Frente a un niño con cianosis central, si no se cuenta con
ecocardiografía, se debe ventilar con bolsa y máscara durante cinco minutos,
con oxígeno al 100%; si el cuadro se debe a una alteración pulmonar, la
cianosis revierte y mejora la oxemia; si el cuadro se debe a una alteración
cardiaca, no revierte con el aporte de oxígeno, la anemia que se debe a un
accidente del parto, en general no compromete al feto, pero cuando se debe a
malformaciones o a una hemorragia fetal, el niño nace con APGAR muy bajo y no
responde a las maniobras debido a que está hipovolémico.
9.
Anemia aguda
fetal: Se puede deber a un cuadro de hemorragia
fetal, hemorragia feto-materna, transfusión feto-fetal aguda o crónica o un
cuadro de hemorragia feto-placentaria y ésta a su vez se puede deber a
abruptio, placenta previa, seno venoso marginal o hematoma.
10.
La anemia
aguda neonatal: Se puede deber a: ruptura
o hematoma de cordón; hemorragia interna, que puede ser intracraneal, ruptura
hepática o esplénica, hematoma suprarrenal o hematoma retroperitoneal; circular
de cordón, ligadura precoz del cordón umbilical o parto en avalancha, para el
tratamiento de la anemia aguda, el acceso al cordón en el recién nacido se
coloca un catéter y se repone volumen en dosis de 20 ml/kg de peso; los niños
responden favorablemente y quedan, en su mayoría, sin secuelas.
11.
Anemia
crónica: Es cada vez menos frecuente. En general,
corresponde a hidrops por incompatibilidad de Rh o sífilis congénita. La anemia
crónica suele estar bien compensada; en estos cuadros hay aumento de volumen,
pero mala perfusión, por lo cual no se puede añadir volumen. En estos casos se
debe ventilar, ya que el pulmón está colapsado; se debe utilizar diuréticos,
albúmina y finalmente, volumen.
12.
Traumatismos
del parto: Los traumatismos del parto más frecuentes son:
hemorragias graves por ruptura esplénica o hepática; fracturas de cráneo;
elongaciones espinales, que en la actualidad son poco frecuentes;
cefalohematomas; parálisis braquial y parálisis facial. Un hematoma subdural
también puede ser complicación del parto. Cuando hay elongación del plexo
braquial durante el parto se presenta una parálisis braquial, la que durante
mucho tiempo se trató inmovilizando la extremidad en alas de avión, pero no se
ha demostrado que esa posición sea mejor que la posición normal de la
extremidad. Si hay compromiso de la mano se debe colocar una valva para evitar
secuelas.
13.
Transporte
neonatal: Sistema organizado para el traslado de recién
nacidos que requieren procedimientos diagnósticos y/o terapéuticos, hacia
centros de mayor complejidad y especialización o que dispongan de la tecnología
requerida.
El transporte puede ser terrestre o aéreo, con ventilación mecánica o sin ella. El tipo de transporte dependerá de la distancia entre el centro derivador y el centro de referencia, definida en 400 km. La ventilación mecánica que se utiliza en el transporte es la convencional; no hay ventilación de alta frecuencia para el transporte. En consecuencia, si se piensa que un niño va a necesitar ventilación de alta frecuencia, hay que adelantarse y realizar antes el traslado.
La responsabilidad del
transporte es compartida entre los profesionales del centro que deriva y los
del centro que recibe al niño; dichos centros deben estar comunicados y
determinar las indicaciones preliminares, de modo que el niño llegue al lugar
de destino en las mejores condiciones posibles. Por ejemplo, durante el
traslado aéreo disminuye la presión atmosférica, lo que puede bajar la oxemia,
de modo que hay que cambiar el volumen de los gases en un niño con una hernia
diafragmática. Si se está trasladando a un niño con una gastrosquisis, se debe
colocar una sonda nasogástrica. Por lo tanto, el centro referente debe entregar
todos los antecedentes, diagnósticos, exámenes y tratamientos realizados y
encargarse del manejo y estabilización del RN hasta el traslado; y el centro
receptor debe entregar las indicaciones preliminares por teléfono para estabilizar
al RN, informar de los trámites administrativos (SOME), coordinar con equipo de
transporte, preparar la UCI para admisión y coordinar evaluaciones por
especialistas.
Siempre recordar que el mejor medio de transporte es la propia madre; por lo tanto, si es probable que el niño tenga problemas graves al nacer es mejor anticiparse y trasladar a la madre antes del nacimiento, a un centro con mayores recursos.
Siempre recordar que el mejor medio de transporte es la propia madre; por lo tanto, si es probable que el niño tenga problemas graves al nacer es mejor anticiparse y trasladar a la madre antes del nacimiento, a un centro con mayores recursos.
Definir una red
perinatal según complejidad; contar con un sistema adecuado de registros;
conocer las brechas y corregirlas según estándares, en recursos humanos y
físicos; contar con capacitación continua en reanimación; diseñar indicadores
de los distintos lugares y, cada cierto tiempo, evaluar los procesos y
resultados.
CONCLUSIÒN.
CONCLUSIÒN.
Las emergencias
neonatales son las emergencias mèdicas que se dan desde el momento del
nacimiento hasta los primeros 28 dias de nacimineto, pueden ser desde la
disnea, o hasta la parada cardiorespiratoria neonatal, debiendo ser
indispensable para los profesionales de la salud tomar clases de atención del recién
nacido e identificaci+on y manejos de las principales emergencias médicas, para
el transporte de pacientes, se debe implementar una red de transporte bien
establecida donde se asigne funciones y responsabilidades, debiendo capacitar a
todos los que forman parte del sistema para manejo de las principales
emergencias mèdicas.
BIBLIOGRAFÌA
1.
https://www.medwave.cl/link.cgi/Medwave/PuestaDia/Cursos/388
2.
Sociedad Argentina de Pediatría, Arch
Argent Pediatr 2018;116 Supl 3:S59-S70 / S59
3.
http://www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/williamsoler/ucin.pdf
4.
Manual de neonatología, segunda ediciòn,
Rodriguez Bonito, 2012.
5.
Emergency Pediatric Care, NAEMT.
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