Emergencias Cardiovasculares


AEROMEDICINA Y CUIDADOS CRÍTICOS

  


5TA VERSIÒN

TEMA                                  : Emergencias Cardiovasculares

Alumno                                : Dr. Edin Maldonado Cubas
Profesor Titular                       : Jaime J. Charfen.



INTRODUCCIÒN.
Para los servicios de emergencia médicas extra hospitalarias y en los servicios de urgencia de los nosocomios de primer nivel, es aún un gran reto la identificación y el manejo de las emergencias cardiovasculares, debido al poco o casi nulo entrenamiento que reciben en su formación de pregrado, lo cuàl significa una gran reto en la atención de emergencia cardiovasdculares.

La base del manejo de las urgencias cardiovasculares yace en la preparación de los profesionales de salud que trabajan en atención prehospitlaria y en los servicios de emergencia de los primeros niveles de atención donde debe estar preparado para la interpretación de electrocardiografía y sobre todo en el reconocimiento de la clínica de las principales patología cardiológicos.

Principios básicos.

Electrocardiograma: Registro de la actividad eléctrica del corazón en los planos frontal y horizontal, es una prueba complementaria muy frecuente en nuestra práctica diaria.

Para realizar un ECG convencional se hará uso de electrodos, que permitirán obtener el registro de 12 derivaciones: 6 informarán de la actividad eléctrica del corazón en el plano frontal (derivaciones de miembros: I, II, III, avR, avL, avF) y las otras 6 lo harán en el plano horizontal (derivaciones precordiales: V1, V2, V3, V4, V5, V6). El trazado electrocardiográfico estándar se registra en papel específico que presenta las siguientes características: • Papel milimetrado (Cuadriculado). • Cada 5 líneas finas, una gruesa y cada 5 gruesas, una marca (1 segundo). • El electrocardiógrafo está calibrado para que: - Velocidad del papel: 25 mm/seg: 1 mm de ancho = 0.04 seg (40 mseg). - 1 cm de altura = 1 mV, 1 mm de altura = 0.1 Mv

Anatofisiologìa cardiaca: Sistema de conducción cardíaco: Un sistema especializado que permite la correcta despolarización o transmisión del impulso eléctrico a toda la fibra cardíaca.

Nodo Sinusal: Marcapasos fisiológico, situado cerca de la desembocadura de la vena cava superior en la aurícula dcha. Desde aquí el impulso se transmite a las 2 aurículas y alcanza el Nodo Auriculoventricular

Nodo Auriculoventricular (NAV). Se produce un enlentecimiento de la velocidad de conducción del impulso que permite el paso de sangre de la aurícula al ventrículo coincidiendo con la contracción auricular. • El impulso continúa por el Haz de His y sus ramas, hasta llegar a través de la red de Purkinge a todas las fibras musculares de ambos ventrículos, completándose así la despolarización ventricular. • Finalmente habrá un tiempo de descanso o repolarización ventricular.


Interpretaciòn basica del electrocardiograma
Existe diferentes guias de interpretación de electrocardiografía, para nuestro trabajo consideramos la siguiente basada en 6 pasos.


Onda P: representa la despolarización auricular, la morfología de la onda P es redondeada y simétrica. Sus medidas normales son de 0,10seg de duración y 2,5mV de amplitud

Complejo QRS: Es la representación electrocardiográfica de la despolarización ventricular. En condiciones normales primero se despolariza el tabique interventricular, después el VI y parte del  VD y por último la parte restante del VD

Espacio PR: Va  desde el inicio de la onda P hasta el de la onda R. Representa el retraso fisiológico de la conducción en el nodo AV. Su duración debe ser entre 0,12 y 0,20seg

Si existe un PR menor de 0,12 seg. indica que la activación ventricular se produce antes de lo esperado y que no se realiza por la vía normal (AV-HisPurkinje),si no por una vía accesoria. Esto ocurriría en los síndromes de preexcitación. Si el PR es mayor de 0,20 seg. significa que hay un retraso mayor que el fisiológico a nivel del nodo AV. Se estaría ante un bloqueo AV de primer grado

Intervalo QT: Se mide desde el comienzo de la onda Q hasta el final de la T. Abarca despolarización y repolarización ventricular. Es frecuenciodependiente, por lo que es preciso expresar su valor corregido (QTc). Debe ser menor de 440mseg. Algunos autores permiten 450mseg en mujeres Se calcula mediante una regla o con la fórmula siguiente:


1.         Frecuencia cardiaca: El número de ciclos cardíacos contados en 1 min.
Dentro de valores de referencia 60 – 100 lpm
Taquicardia: > 100 lpm
Bradicardia: < 60 lpm
Debemos consideran condiciones especiales en deportistas de elite o de competición o de hàbito, la adaptación a las alturas sobre el nivel del mar.

Utiliza como referencia las R del QRS, cogiendo la que coincida con una línea gruesa del papel milimetrado del ECG. Después empezar a contar a partir de la siguiente línea gruesa: 300, 150, 100, 75, 60, 50 hasta la siguiente R que se encuentre

En el caso de que la frecuencia sea irregular o haya bradicardia extrema, (por debajo de 40 L/min.), el método más fiable para calcular la frecuencia es multiplicando los QRS que hay en 6 seg. por 10
2.    El ritmo cardíaco: El automatismo es una de las propiedades fundamentales del miocardio consiste en la capacidad del  músculo para iniciar y propagar el estímulo que precede a cada contracción de sus fibras.

·         Centro primario o normotópico:  Secuencia de ciclos cardíacos dada por el centro generador de impulsos o marcapasos situado en el nódulo sinusal o de KeithFlack, , para distinguirlo de otros, situados más caudalmente.

·         Centro secundario: El ritmo cardíaco se origina en el territorio formado por las regiones vecinas al nódulo de Aschoff-Tawara, al propio nódulo de Aschoff-Tawara, el tronco principal del haz de His y las porciones proximales de los 3 fascículos de de dicho tronco rama derecha, rama izquierda y zona de unión.

·         Centro terciario. Marcapasos en región caudal de la zona de la unión.



a)    Sinusal. Existen por tanto 3 modalidades de centros generadores de impulsos cardíacos:


·         El ritmo sinusal normal: Que nace en el nódulo que le da nombre, y cuya frecuencia es de unas 76 contracciones/min.  

·         El ritmo o ritmos de la unión: En los que la distancia que separa a la onda P de los complejos ventriculares, el sentido de la onda P y nuestras posibilidades de identificarla debidamente, están en función de la altura o la región del territorio de la unión donde se originen los impulsos, todas englobadas hasta hace pocos años bajo la denominación de ritmo y arritmias nodales

·         Ritmo idioventricular: Cuya frecuencia puede ser tan baja como menos de 30 contracciones/min, en cuya eventualidad, el marcapaso está situado en las regiones más caudales del sistema muscular específico.

3.    Eje: Es la dirección que sigue la despolarización ventricular. Se representa con un vector que tiene su origen en el Nodo AV; se desplaza hacia abajo y la izquierda en el plano frontal y hacia atrás en el plano horizontal. Habrá circunstancias que modifiquen el eje (necrosis, hipertrofia ventricular, rotación del corazón, ect)




4. Crecimiento: Existen dos fenómenos de crecimiento que en muchos casos se darán unidos:
1. Aumento de tamaño de la cavidad (Dilatación)
2. Aumento del espesor de la pared (Hipertrofia)


En general, las aurículas sufren de forma casi exclusiva el proceso de dilatación, mientras que los ventrículos, con mayor masa muscular, se afectan en ambos sentidos: dilatación y/o hipertrofia. Aunque en el ECG se pueden identificar datos de crecimiento la confirmación se hará mediante ecocardiograma.

5. Arritmias.


Las arritmias pueden causar síntomas como palpitaciones, mareo, síncope, dolor torácico o pérdida de conocimiento, pero también pueden pasar inadvertidas y detectarse casualmente cuando se realizan pruebas diagnósticas.

La prueba diagnóstica de referencia es el electrocardiograma, pero tiene la desventaja que solo registra la actividad eléctrica cardiaca en el momento en que se está realizando y por tanto solo nos muestra si existen arritmias en ese momento.
En ocasiones pueden utilizarse otras pruebas, como el Holter, que registra la actividad eléctrica cardiaca durante un periodo de tiempo más prolongado (uno o más días), o más raramente los Holter implantables, que se colocan debajo de la piel mediante una sencilla intervención quirúrgica, pueden llevarse durante años y se reservan para pacientes en los cuales se sospechan arritmias graves que no se han podido detectar mediante otros métodos.
Cuando se sospecha que existe una arritmia relacionada con el esfuerzo físico puede realizarse una prueba de esfuerzo.
Finalmente, puede estudiarse en profundidad el sistema de conducción cardiaco e intentar reproducir las arritmias mediante el llamado estudio electrofisiológico, que se realiza introduciendo unos cables en el interior del corazón, generalmente desde las venas de las piernas (vena femoral) que permiten registrar la actividad eléctrica cardiaca y estimular al corazón para reproducir arritmias.

 

Tratamiento

Depende del tipo de arritmia, de su causa y de las características del paciente:
Las arritmias se clasifican en:  
Bradiarritmias: se caracterizan por frecuencias cardiacas inferiores de lo normal (<60 lpm)
Taquiarritmias: frecuencias cardiacas mayores de 100 lpm. A su vez se dividen en:
§   Taquiarritmias supraventriculares
§   Taquiarritmias ventriculares

Bradiarritmias

Se caracterizan por una frecuencia cardiaca menor de lo habitual y se ocasionan por fallos en la formación del impulso eléctrico o en la conducción del mismo. Pueden ser asintomáticas. Si causan síntomas, suelen ser como mareos, pérdidas de consciencia (síncope) o fatigabilidad. Para su tratamiento a veces es necesaria la implantación de marcapasos.

Tipos de bradiarritmias

o    Bradicardia sinusal

El impulso cardiaco se genera y conduce normalmente, pero con una frecuencia inferior a 60 lpm. Es muy frecuente en personas sin cardiopatías, como por ejemplo deportistas que entrenan habitualmente. En general, no precisa tratamiento. Puede producirse dentro de la enfermedad del nodo sinusal. 

o    Enfermedad del nodo sinusal y bloqueos sinoauriculares

Producida por problemas en la génesis del impulso eléctrico en el nodo sinusal o para su transmisión del nodo sinusal a las aurículas. Generalmente aparecen en personas mayores. Si ocasionan síntomas puede ser necesario tratarlas con marcapasos.

o    Bloqueos auriculoventriculares

Se producen cuando el estímulo eléctrico no se conduce adecuadamente desde las aurículas a los ventrículos. Se clasifican en 'de primer grado' (retraso en la conducción del impulso, pero sin que se bloquee ninguno), 'de segundo grado' (algunos impulsos se conducen y otros se bloquean) y 'de tercer grado' (todos se bloquean). Los de tercer grado y algunos casos de segundo, generalmente, precisan de la colocación de un marcapasos. Los de primer grado no suelen requerir tratamiento.

Taquiarritmias supraventriculares

Como su nombre indica, son aquellas taquiarritmias (frecuencia cardiaca >100 lpm) que se producen 'por encima' de los ventrículos, es decir, en las aurículas o en el nodo aurículoventricular, por 'encima' del Haz de His.

Tipos de taquiarritmias supraventriculares

o  Arritmia sinusal respiratoria

De origen fisiológico, es una variación del ritmo cardiaco según la respiración. Suele ser más acusada en gente joven y no es preciso tratarla.

o  Taquicardia sinusal

Consiste en un ritmo cardiaco originado y conducido normalmente, pero con una frecuencia cardiaca mayor de lo habitual. Es fisiológica y se produce por ansiedad, ejercicio, anemia, consumo de alcohol, insuficiencia cardiaca o nicotina. En general no precisa tratamiento específico, pero sí se debe actuar sobre la causa: dejar el tabaco, corregir la anemia, etc.

o  Contracciones auriculares prematuras o extrasístoles auriculares

Se produce cuando se genera un impulso eléctrico adelantado al sinusal en otra zona de las aurículas. Suelen presentarse en personas sanas, aunque en ocasiones se asocian a isquemia miocárdica, insuficiencia cardiaca o la enfermedad pulmonar. Si provocan síntomas pueden tratarse con betabloqueantes.

Taquicardias supraventriculares

Como su nombre indica, son arritmias con frecuencia cardiaca superior a 100 lpm que se originan en las aurículas o en el nodo aurículoventricular. Se diferencian de las extrasístoles auriculares en que son sostenidas en lugar de latidos aislados. 
Hay distintos tipos de taquicardias supraventriculares:
Taquicardia auricular. Generadas en una zona concreta de las aurículas. Suelen ser persistentes (larga duración y difíciles de eliminar) y se asocian a factores como la bronquitis crónica descompensada o el hipertiroidismo. Para su tratamiento suelen precisar de fármacos, tanto para eliminarlas como para reducir la frecuencia cardiaca y que se toleren mejor. En ocasiones puede ser necesario tratarlas mediante ablación por radiofrecuencia.
Fibrilación auricular. Es la arritmia sostenida más frecuente que aparece sobre todo en personas mayores o con cardiopatía, aunque también puede darse en personas jóvenes con corazones estructuralmente normales. Se caracteriza por un ritmo cardiaco rápido y totalmente irregular, producido por una actividad eléctrica auricular caótica y con múltiples focos de activación. Su presentación clínica es muy variable, pudiendo provocar síntomas (palpitaciones rápidas e irregulares, sensación de falta de aire, mareo y dolor en el pecho) o ser asintomática. Se asocia a un mayor riesgo tromboembólico (formación de coágulos sanguíneos en el corazón que pueden desprenderse e ir por el torrente sanguíneo hasta que se impactan en un vaso sanguíneo, provocando falta de riego en esa zona) y por tanto de ictus (accidente tromboembólico cerebral). Su tratamiento debe contemplar varios aspectos: control de la frecuencia cardiaca mediante fármacos, eliminación de la arritmia (fármacos o cardioversión eléctrica), prevención de nuevos episodios (fármacos o ablación) y prevención de episodios embólicos (antiagregantes o anticoagulantes). Ver más información en el apartado de fibrilación auricular.
Aleteo o flutter auricular. Similar a la fibrilación auricular en cuanto al riesgo tromboembólico, pero en este caso la frecuencia cardiaca suele ser regular y en torno a 150 lpm. Producida por un fenómeno conocido como reentrada auricular. Generalmente, se asocia a cardiopatías crónicas o a enfermedad pulmonar. El tratamiento es similar al de la fibrilación auricular.
Taquicardias paroxísticas supraventriculares. Se caracterizan por ser de inicio y final brusco. Suelen ser sintomáticas (palpitaciones, mareo, dolor de pecho, sensación de falta de aire, malestar general) aunque bien toleradas y generalmente aparecen en personas sin cardiopatías. También se producen por reentradas, pero en este caso situadas en el nodo aurículoventricular. Su tratamiento contempla dos aspectos: tratamiento de la arritmia cuando se presenta (mediante una maniobras que se conocen como 'estimulación vagal' o, en caso de que no sean efectivas, fármacos o incluso cardioversión) y prevención de los episodios (pudiendo utilizarse fármacos, aunque son poco efectivos y también realizarse una ablación, que suele ser curativa).

Taquiarritmias ventriculares

Son las que se originan en los ventrículos. Son más frecuentes en pacientes con cardiopatías y, en general, más peligrosas que las supraventriculares.
Hay distintos tipos de taquiarritmias ventriculares:
Contracciónes ventriculares prematuras o extrasístoles ventriculares. Es un impulso que surge de un punto aislado del ventrículo (foco ectópico) y que se anticipa respecto al ritmo habitual, seguido normalmente de una pausa hasta el siguiente latido normal (pausa compensadora). Aunque son más frecuentes en pacientes cardiópatas, también son muy frecuentes en pacientes con corazones normales. Generalmente no producen síntomas, pero en ocasiones son percibidas como una pausa en el latido cardiaco seguida de un latido más fuerte. No suelen tratarse cuando no producen síntomas, ya que no se asocian a mal pronóstico en pacientes sin cardiopatías. Si son sintomáticas y molestas, pueden tratarse con beta-bloqueantes.
Taquicardia ventricular no sostenida. Se trata de una salva de impulsos ventriculares consecutivos que dura menos de 30 segundos, y después, cede espontáneamente. En pacientes con cardiopatías suele asociarse a un peor pronóstico y mayor riesgo de muerte súbita.
Taquicardia ventricular sostenida. Es la sucesión de impulsos ventriculares a una frecuencia de más de 100 latidos por minuto (lpm) y que dura más de 30 segundos. Son más frecuentes en pacientes con cardiopatías. Los síntomas suelen ser palpitaciones y, muy frecuentemente, mareo, dolor torácico y pérdida de consciencia (síncope). Si no ceden espontáneamente, puede ser necesario tratarlas, ya sea mediante fármacos antiarrítmicos, cuando son bien toleradas por el paciente, o mediante cardioversión eléctrica (choque eléctrico a través del tórax, administrado generalmente tras sedar al paciente mediante unas palas, que permite resincronizar la actividad eléctrica cardiaca, con lo que suele reanudarse el ritmo cardiaco normal, desapareciendo la arritmia) cuando son mal toleradas o los fármacos no son eficaces. Tras tratar la taquicardia, debe estudiarse el corazón en busca de enfermedades cardiacas causales, si no se conocen previamente (cardiopatía isquémica, miocardiopatías, canalopatías…). Para prevenir su reaparición es importante tratar el proceso causal (enfermedad cardiaca subyacente) si lo hubiera y pueden utilizarse fármacos antiarrítmicos o estudios electrofisiológicos y ablaciones (introducción de cables en el corazón a través de una vena para estudiar desde dentro del mismo la taquicardia ventricular y en ocasiones quemar pequeñas zonas en los lugares donde se origina para tratar de prevenirla). Cuando se asocian a riesgo de muerte súbita puede ser necesaria la implantación de un desfibrilador (dispositivo que se implanta debajo de la piel y es capaz de detectar arritmias potencialmente mortales y eliminarlas mediante una descarga eléctrica desde dentro del corazón).
Fibrilación ventricular. Es una alteración del ritmo cardiaco consistente en una gran desorganización de los impulsos ventriculares con ausencia de latido efectivo. Los síntomas son ausencia de pulso y pérdida de conocimiento inmediata. Si no se actúa a tiempo, resulta mortal en sólo unos minutos. El tratamiento es siempre cardioversión eléctrica inmediata y maniobras de reanimación cardiopulmonar. Es una arritmia frecuente en el infarto agudo de miocardio, aunque no tiene mal pronóstico a largo plazo si el paciente es reanimado a tiempo y supera la fase aguda del infarto. Cuando se asocia a otras cardiopatías, el pronóstico a largo plazo suele ser peor por una mayor tasa de recurrencias, precisando frecuentemente la implantación de un desfibrilador.   

Parada cardiorespiratoria.

El infarto agudo al miocardio y el espectro de síndromes isquémicos coronarios agudos. El síndrome isquémico coronario agudo engloba las enfermedades caracterizadas por la disminución abrupta del flujo coronario, manifestadas comúnmente por dolor de pecho: • Angina inestable: se caracteriza por la suboclusión del flujo a través de una arteria coronaria sin evidencia de daño miocárdico (sin elevación de biomarcadores: troponina/CK-MB). El electrocardiograma puede ser inespecífico. • Infarto agudo al miocardio sin elevación del ST: se caracteriza por la suboclusión del flujo a través de una arteria coronaria con evidencia de daño miocárdico (con elevación de biomarcadores: troponina/CK-MB). El electrocardiograma puede ser inespecífico. • Infarto agudo al miocardio con elevación del ST: se caracteriza por la oclusión total del flujo a través de una arteria coronaria; el electrocardiograma es diagnóstico (supradesnivel del ST). No es necesario contar con evidencia de daño miocárdico (biomarcadores) para hacer el diagnóstico. El síndrome isquémico coronario agudo sin elevación del ST engloba la angina inestable y el infarto agudo sin elevación del ST. En estos casos, la terapia consiste en tratamiento anti-isquémico (incluyendo doble anti-agregación y anticoagulación) y estratificación del riesgo para llevar a cabo una angiografía coronaria temprana en las primeras 3, 24 o 48 horas, según el caso. El síndrome coronario sin elevación del ST está fuera del enfoque de este manual y su diagnóstico y tratamiento pueden ser encontrados en otros libros de texto. El síndrome isquémico coronario agudo con elevación del ST (infarto agudo al miocardio con elevación del ST SICACEST o IAMCEST) se diagnostica en presencia de dolor precordial característico en conjunto con hallazgos del electrocardiograma (supradesnivel del ST en 2 o más derivadas contiguas). Es una emergencia cardiovascular, y la prioridad en el tratamiento es la terapia de reperfusión.
• La terapia incluye tratamiento anti-isquémico y angiografía coronaria temprana según la estratificación de riesgo. • El síndrome isquémico coronario agudo con elevación del ST (SICACEST ó IAMCEST) es una emergencia cardiovascular y la prioridad de la terapia de reperfusión (angioplastía o terapia farmacoinvasiva). La importancia de la reperfusión temprana. La reperfusión temprana del infarto agudo al miocardio con elevación del segmento ST (IAMCEST) es una intervención que salva vidas. Ya sea mediante angioplastía o fibrinolisis, la reperfusión disminuye la morbilidad y mortalidad del IAMCEST. Ademas del tratamiento adjunto, la reperfusión ha cambiado la historia natural del IAMCEST y es la medida más importante para el tratamiento de la principal causa de muerte en el mundo: el infarto al miocardio. • La reperfusión es la medida más importante en el tratamiento del infarto agudo al miocardiocon elevación del segmento ST. El objetivo de la terapia de reperfusión es restaurar el flujo coronario de la arteria responsable del infarto y garantizar la permeabilidad del vaso. Dos son los tipos de terapia que pueden ser utilizados en la reperfusión del IAMCEST: la reperfusión farmacológica con un fibrinolítico (medicamento que consigue la lisis del trombo coronario) y la angioplastía coronaria transluminal percutánea primaria (ACTPp), la cual permite conocer la anatomía coronaria y de forma directa alcanzar y garantizar el flujo del vaso. Se ha demostrado que la fibrinolisis debe ir seguida por angioplastía temprana en las primeras 24 horas para asegurar la permeabilidad del vaso (constituyendo así la estrategia farmacoinvasiva). • Existen dos tipos de terapia de reperfusión: la angioplastía coronaria (ACTPp) y la estrategia farmacoinvasiva, la cual combina fibrinólisis urgente seguida de angioplastía coronaria temprana. La terapia de reperfusión está indicada (ACTPp o estrategia farmacoinvasiva) en las primeras 12 horas desde el inicio de los síntomas del IAMCEST. Sin embargo, la magnitud del beneficio en mortalidad y salvamento del músculo cardíaco es mayor conforme más precoz se inicie el tratamiento. Es por esto que disminuir los retrasos hasta el inicio de la terapia resulta vital para mejorar el pronóstico de los pacientes con IAMCEST. • La terapia de reperfusión en el IAMCEST está indicada en las primeras 12 horas desde el inicio de los síntomas; los resultados son mejores cuanto más rápido se inicie (especialmente en las primeras 3 horas)
I C A T T T
 Identificación
Confirmación
Activación
Tratamiento
Traslado
Retorno a su vida

Una vez identifcado el paciente con dolor precordial, confirmado el diagnóstico con un ECG de 12 derivaciones que muestre supradesnivel del ST y activado el sistema de urgencias médicas, el siguiente paso consiste en iniciar el tratamiento. La prioridad del tratamiento del IAMCEST es el tratamiento de reperfusión, mediante angioplastía o

Tratamiento adjunto
Aspirina 300 mg VO DU Clopidogrel 300 mg VO DU Atorvastina 80mg VO DU Enoxaparina 30mg IV en bolo; luego (15’) 1mg SC cada 12 hrs
Acceso IV: Acceso vascular. Cefálica, basílica, media, dorsal, la que se tenga mayor experiencia y se obtenga más rápido
Fibrinolisis: TNK= Alteplase Reteplase Esteptoquinasa ¡El que esté disponible!

Contraindicaciones
·         Absolutas: NO Trombolizar
·         Relativas: Pueden tratarse

Fibrinólisis y posteriormente angioplastía temprana); el tratamiento adjunto con estatina, doble antiagregación plaquetaria y anticoagulante mejora el pronóstico. La secuencia para iniciar el tratamiento del IAMCEST incluye cuatro componentes: Todos los pacientes deben recibir tratamiento de reperfusión hasta con 12 horas de evolución: ya sea mediante angioplastia primaria o fibrinolisis (estrategia farmacoinvasiva).
Después de 12 horas del inicio de los síntomas la fibrinolisis está contraindicada y el beneficio otorgado por la angioplastía coronaria en cuanto a supervivencia y morbilidad es menor; la decisión de llevar a angioplastía dependerá de múltiples factores como la edad, las comorbilidades, la persistencia de angina, síntomas de insuficiencia cardiaca, arritmias y contraindicaciones al tratamiento.
Administrar aspirina a todo paciente con sospecha de Sindrome Isquémico Coronario Agudo. • Debe administrarse vía oral masticada dosis de 160 a 325 mg.
Clopidogrel. Si el paciente es trombolizado este es el único antiagragante de la familia de los inhibidores de los receptores P2Y12 que se debe usar conjuntamente con la aspirina como tratamiento adjunto a la fibrinolisis. Los pacientes deben recibir dosis de carga de 300 mg si son menores de 75 años, los mayores de 75 años no recibirán dosis de carga. La dosis de mantenimiento es de 75 mg por día por un año y en situaciones especiales se puede considerar tratamiento mayor a 1 año 2,3. Si el paciente es llevado a angioplastia primaria debe recibir dosis de carga de 600 mg, seguido de 75 mg por día por un año.

CONCLUSIÒN
Cada centro mpedico o sistema de atención prehospitalaria debe tener sus protocolos de atención prehospitalaria para que el mismo se activado por cualquier miembro del equipo de emergencias, se debe capacitar continuamente sobre la respuesta a emergencias.


BIBLIOGRAFÌA
ACLS 2018
AMLS 2da ediciòn
Electrocardiografia de dubin
Tratado de cardiologìa, 9na ediciòn Braunwald.
Ricardo J. Gelpi - Martín Donato, Fisiopatología Cardiovascular



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